... LA PESADILLA ... el final ...
Cuarenta
y ocho horas después, Antonio ni pensaba más en el tema. Era de su mesa de trabajo para
bajar un poco más la temperatura del aire acondicionado cuando sonó
el teléfono, era su administrativa :
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Antonio, están aquí unos señores de la policía para hablar
contigo.
Policía?
Qué habría pasado? Algo que ver con Rosemary? Los hizo entrar de
inmediato.
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Sr Antonio Videra?
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Sí. Sí … yo mismo. Por favor, tomen asiento.
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Gracias. Sr Videra, nosotros somos de la policía científica y
pertenecemos a la sección de homicidios.
Homicidios?!!!
Pero quería decir que alguien había muerto …
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Yo soy el inspector Morera y este el sub-inspector Santos. Le molesta
que fume?
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Por favor … póngase cómodo.
Buscó
en su mesa un cenicero y se lo acercó.
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Bueno sr Videra …
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Antonio … por favor
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Vale … Antonio … El asunto que nos trae aquí es un poco
delicado. El nombre de Cesar Rodríguez Galván le suena de algo?
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Claro que sí. Es el dueño de esta empresa, mi jefe y mi mejor amigo.
Porqué?
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Díganos una cosa … hace cuanto no está con él?
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Pues … desde ayer … estaba sentado ahí mismo donde esta usted, y
después nos fuimos a comer.
--- Tenían por costumbre comer juntos?
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Sí, muchas veces … además fue el reconciliar de una pequeña
discusión.
--- Qué discusión ?
Antonio
empezaba a dar señales de nerviosismo.
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Bueno … os contaré, pero … primero … puedo saber el motivo
de vuestra presencia aquí?
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Vale, Antonio. El sr Cesar ha muerto.
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Muerto? No es posible …Dios mío …
Al
momento se quedó inmóvil … sin reacción … después les contó
todo lo que había pasado en las ultimas semanas.
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Cómo ha muerto?
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Asesinado. Necesitamos que nos acompañe para identificar el cadáver.
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Vale … ahora mismo …
Pero
no había dudas. Cuando el inspector levantó un poco de la sabana lo
reconoció de inmediato. Era Cesar. Su rostro estaba sereno, como si durmiese.
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Según el medico forense ha muerto a la primera puñalada, no habrían sido
necesario más …
--- Puñalada?
El
inspector subió un poco más la sabana. El pecho de Cesar mostraba
cerca de una docena de cortes, muy profundos. Se retiraron para otra
sala.
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Perdone, pero esto era necesario.
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Es increíble.
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Tenemos que hablar, Antonio.
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Claro. Pero por qué me buscaron a mí?
---
Primero porque nos parece ser la persona más cercana del muerto,
después porque la ama de llaves nos dijo que los buscásemos, fue
ella quien encontró el cuerpo. Nos habló de un sueño que le
había contado a Cesar el día anterior y que usted sabría un poco
más.
Antonio
lo veía todo claro ahora. Cesar asesinado, muerto en su casa … mientras dormía … por algo cortante … como un cuchillo de cocina
… … de nuevo aquel maldito sueño. De nuevo lo volvió a repitir. Los
inspectores tomaron sus notas.
Cuando
por fin salió del edificio oficial era noche. Casi ni podía pensar.
Llamó a un taxi. Quería ir para casa, hablar con Rosemary. Contarle
todo. Despedir a Jerónimo no había sido solución. Estaba destrozado.
Tres
meses después estaba con su esposa en la sala del tribunal. El
juez leía la sentencia.
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Jerónimo Concepción Tomás, es usted declarado culpable de homicidio
en primer grado en la persona de Cesar Galván. Segun su propia
confesión, todo ocurrió en el día … … … …
La
lectura de la sentencia fue dura e implacable. Veinte y ocho años de
prisión. Jerónimo se había mantenido sentado, abatido … silencioso …
parecía ausente … lejos de allí … tal vez en otro tiempo …
Al
salir del tribunal, Antonio y Rosemary se encontraron con el
inspector Morera.
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Caso cerrado, Antonio. Gracias. Ha sido usted de una gran ayuda.
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No me quedo tranquilo. Porqué? Porqué él. Él era el hombre de confianza de
Cesar.
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Era … Antonio … era … según sus declaraciones, el hecho de
haber sido despedido de una manera tan repentina después de tantos
años de trabajo en aquella casa lo han trastornado. Sintió que fueron injustos con él. Practicó el acto en un acceso de locura y sirviéndose
de las llaves de la casa que aún tenía en su poder.
Antonio
estaba derrumbado. Rosemary le apretaba el brazo.
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Parecía una persona tan tranquila.
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Verdad que sí, señora. Pero los asesinos no tienen esa condición
escrita en la frente. De ser así nuestro trabajo seria mucho más
fácil, no le parece?
---
También es verdad.
Bueno.
Ha sido un placer trabajar con usted, Antonio. Siento que hubiese
sido este el motivo. Alguna cosa que necesite, disponga.
---
Muchas gracias inspector.
Antonio
y Rosemary regresaron a casa cogidos de la mano. Se acercaba el final
de un día más. Cada vez tenía más miedo de dormirse …
No quería
ni imaginar el tener otra pesadilla.
FIN
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