domingo, 20 de enero de 2013

--- LA PESADILLA ... fasciculo II




      --- Oooooh ¡!!!! Buenos días Cesar!
   --- Uauuu ¡!!!! Esa cara me hace imaginar una buena resaca. Acerté ¿???
   --- Que va ¡!!!! No he bebido ni una gota de alcohol hace más de 24 horas. Esta noche he dormido muy mal.
    --- Ha sido fuerte el insomnio … lo veo …
   --- Te acuerdas de aquel sueño que te conté la semana pasada?
   --- Lo del hombre del gran cuchillo? --- abrió los brazos y simuló caminar con algo en la mano. No se pudo contener y soltó una sonora carcajada.
    --- A ti te parece muy gracioso. Pues … a mi no me esta haciendo ninguna gracia esta historia. Y a Rosemary tampoco.




 
     --- Vale! Hay quien dice que los sueños pueden revelar algo que pasará en el futuro … … Puede que sea tu caso …
      --- Para ser honesto, Cesar, yo jamás he creído en esas cosas … además, aceptando esa teoría de nada me serviría, nunca veo la cara de la persona que está en la cama.
    Sonriendo, Cesar salió de despacho cerrando la puerta.    Antonio volvió a centrarse en el trabajo. Poco tiempo después sonó el teléfono interno. Era Cesar de nuevo.
      --- Mira, tengo un amigo que está muy ligado a esos temas de sueños, profecías … cosas así. Es psicólogo o parapsicológo … algo así. Si quieres le llamo y al final de la tarde tomamos algo y hablamos. Tal vez él te pueda ayudar. Que dices?
     --- Por mi bien, me parece una buena idea. Lo que quiero es sacar este sueño de mis noches lo más rápido posible.
     --- Ok. Haremos eso.





 
      Antonio colgó el teléfono pensativo. Buscó en uno de sus cajones una aspirina y decidió ir a los servicios poner fin aquel horrible dolor de cabeza.
         El día se fue arrastrando entre el sonido de las impresoras y el suave tono de voces en el salón de los ordenadores. Por fin, llegaron las seis de la tarde. Sonaban las campanas de una iglesia cercana cuando Cesar entró por la puerta.
        --- Vamos. Morales nos espera en el coche. Deja estar el tuyo en el parking, yo después te traigo de vuelta.
      En el coche encontró un hombre un poco mayor que ellos, un tío muy alegre repartiendo buena disposición. Después de presentados se fueron hasta un bar en los alrededores de la ciudad.






 
          La conversación rápidamente llegó al tema base … Antonio repitió de nuevo sus sueños. Morales lo escuchó atentamente.   Después de algunos minutos de silencio habló.
        --- Bueno! Los sueños son una materia aún poco estudiada y nos quedamos un poco en manos de algunos estudiosos, casi diría, amateurs. Si evaluásemos tu sueño utilizando los puntos de vista de Freud encontraríamos en él elementos de tu vida sexual. --- hizo una pequeña pausa para beber un poco mas de su whisky helado. --- pero, la continua insistencia y repetición todas las noches … eso me lleva a una primera conclusión. Es posible que no sea un sueño sino un mensaje.
        --- Un mensaje?!!!
    --- Sí! Lo que me has contado me hace pensar que alguna fuerza esta intentando entrar en contacto contigo.
       --- Una fuerza?!!! Qué fuerza ¿!!!???!!!
   Cesar se mantenía atento, vaso de cerveza en la mano no perdiendo nada de la conversación. Aquellos temas siempre lo habían interesado, pero, al mismo tiempo, sentía un respeto muy grande y algún miedo, lo que le llevaba a mantenerse silencioso.
       --- Bueno, voy intentar ser más concreto. Pienso que hay una fuerza espiritual, o sea no material, que se esta esforzando para dejarle un mensaje.
       --- Quieres decir … un espíritu ¿!!!???
       --- Exactamente!
     --- honestamente, Morales, jamás he creído en espíritus, pero, aceptando esa teoría del aviso, el mensaje estaría incompleto. Aviso de quien?!!! Para quien ¿???!!!
      --- Ni idea … Entramos en campos subjetivos de interpretación …






 
        Antonio volvió a casa aún más confundido de lo que saliera por la mañana. Contó a su mujer toda la conversación del bar. Ella encontró la teoría de Morales muy rara.
    --- Cariño, sigo pensando que estas dando demasiada importancia a la historia de ese sueño. Poner espíritus en eso va a complicar aún más todo. Intenta olvidar. Si te acuestas, pensando profundamente que vas a dormir toda la noche … lo conseguirás.
           --- No es fácil olvidar el sueño.
           --- Yo sé que no. Esta noche te voy a ayudar a olvidar.
      Se miraron de una manera cómplice y sonrieron. Olvidar y dormir, era lo que el más quería.


                              ( continuará ... oh! si! )



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domingo, 13 de enero de 2013

.... LA PESADILLA ... fasciculo - I











       La noche estaba adentrada y tranquila. Era una de aquellas noches sin nada de viento … nada se escuchaba … ni personas … ni animales … nada … silencio absoluto …
       La habitación era grande pero acogedora, muy sobria. Tanto la cómoda como el ropero, la cama … de hierro pintado de blanco con el cabecero trabajado en forma de corazón, haciendo memoria, de muchas historias perdidas en el tiempo de finales del siglo XIX.





 
       Las paredes estaban desnudas, a excepción de una. Ahí, bien en medio, sobresalía el autorretrato de Van Gogh, raro cuadro para encontrarlo en una habitación … pero ahí estaba.





 
      En aquella habitación y en aquella cama, alguien dormía profundamente. Su respiración, era la única cosa que se escuchaba de una manera tan perfecta que aquel sonido parecía hacer parte del cuadro.
       La oscuridad solo era atenuada por la iluminación exterior que penetraba por la persiana semicerrada. El ambiente era normal, como cualquier noche, a aquella hora.





 
       Un sonido diferente vino romper todo el encanto. No era un sonido muy fuerte, pero en aquella paz, cualquier sonido hería la noche.
    Muy lentamente, el picaporte de la puerta giró con un pequeño chasquillo. La puerta se abrió poquito a poco.





 
     Una silueta humana, envuelta en bruma difusa, entró, intentando hacer el mínimo ruido posible. Pié ante pié se acercó de la cama.
       Dos pasos más, y un pequeño rayo de luz, viniendo de la persiana mal cerrada, mostró un poco más. Muy poquito a poco se fue acercando a la cama …
      Era un hombre alto, delgado, con un bigote y un rostro afilado, donde sobresalía un lunar en la barbilla. En su mano algo brillaba. Fuéron necesarios dos pasos más para que se pudiese identificar lo que traía en la mano … un gran cuchillo de cocina.





 
        Siempre muy lentamente se fue acercando, cada vez más, a la cama. Dió la sensación de dudar en algunos momentos.   Después, subiendo el cuchillo, aplicó un fuerte golpe en el cuerpo inerte … y otro golpe … y otro más … y otro … y otro …
     Muchas veces aquel cuchillo penetró en la persona que dormía.
          Después, el atacante retrocedió y salió de la habitación, con mucho cuidado … tan lentamente como había entrado.
        Todo aquel espacio se sumergió, de nuevo, en el silencio de la noche. Solo el respirar tranquilo de la persona de la cama … no se escuchaba más …









 
         Antonio, se sentó en su cama. Qué sueño … diosss ¡!!! Era la tercera noche, en aquella semana, que se repetía aquella rara pesadilla. Siempre igual. Siempre la misma situación.
     Lo malo, es que no reconocía nada, ni la habitación, ni el asesino. Tampoco podía distinguir la persona que dormía y terminaba muerto de aquella manera tan bárbara.
     Curiosamente, la figura del asesino era tan detallada que estaba seguro que lo reconocería si se cruzase con el por la calle.





 
         Muy nervioso encendió la luz. Buscó el paquete de cigarrillos.
              --- Ya te he pedido, muchas veces que no fumes en la cama. Un día provocas un incendio !!!Preocupado, como estaba, con su pesadilla, se olvidó completamente de Rosemary, su mujer, estaba a su lado.
              --- Qué pasa, cariño. No puedes dormir ??!!??
              --- Es aquel sueño … …
              --- De nuevo ¿??? ¡!!!
      Le había contado el día anterior. La primera noche no hizo mucho caso. Pero la repetición, todos los días … empezaba a preocuparse. Rosemary volvió a dormirse. También sería lo mejor que podría hacer.
       Apagó la luz. Se durmió rápidamente, y, esta vez, no tuvo ningún sueño. 






 
         Cuando el despertador hizo sonar aquella infernal melodía tenía la sensación de que acabó de acostarse.
         El día laboral lo encontró exhausto. Aquella mañana no tenía la paciencia necesaria para solucionar los problemas de la oficina. Su cabeza le parecía plomo. Pero, Antonio era muy cumplidor de sus obligaciones … y ahí estaba, currando.
     Además, como responsable de todos los empleados de aquella empresa de contabilidad, tenía que dar ejemplo.
        Llamaron a la puerta de su despacho. El sonido había sido suave pero explotó en su cabeza como si fuera un petardo.





 
        --- Antonio ¿??!!! --- era Cesar, su jefe.
     En verdad, la relación de los dos era muy especial. Amigos desde hacía muchos años, habían sido compañeros de colegio y habían estado siempre juntos en las etapas de la vida. Cuando   Cesar pensó en montar aquella empresa, le propuso crrear una sociedad. La idea no entusiasmó mucho a Antonio, su economia personal no estaba muy bien. Entonces Cesar le explicó la situación de una manera muy clara … o sería su socio o su empleado, ayudandole como su brazo derecho. De una manera o de otra no abdicaría de utilizar su experiencia profesional.
    Cesar, lo conocía bien. Ambos cursaron la carrera de contabilidad. Antonio tenía más cabeza pero menos dinero. Su patrimonio ya le venía de familia. Jamás se había casado y vivía solo, en una casa enorme que la heredó de su padre, ya fallecido . Sus únicas compañías eran el ama de llaves, su jardinero y una u otra compañía de ocasión, sus relaciones no duraban mucho, y algunos amigos, entre los cuales él se incluía y con quién de cuando en cuando compartía su vasta bodeguita.
         Su amistad es tan sólida que Antonio había invitado a Cesar como padrino de su boda, cuando pensó casarse con Rosemary. Cesar era un buen chaval.




                                ( continuará ... seguro ... )




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