jueves, 27 de diciembre de 2012

... UN CUENTO DE NAVIDAD ... ultimo fasciculo










 

      Bajó las escaleras un poco más deprisa… estaría haciendo bien???!!! Aquella vieja casa… sin condiciones… sin calefacción… sin tele…
       Pero de nuevo se acordó de la imagen de las dos niñas… 





 

      La hora siguiente la pasó en dos centros comerciales y algunas tiendas por las calles.
         A las diez de la noche ya estaban de nuevo todos juntos, en la casa vieja … ahora mucho más iluminada … compró una lámpara a gas … la mesa estaba llena de dulces … pasteles … en el centro … un roscon de reyes … y compró también un poco de bacalao cocido … su olor se dejaba sentir por la habitación …


 

      La cara de las niñas era de una felicidad digna de una pintura…
       Pensando en ellas, no olvidó dos paquetes con dos regalos que había comprado para que no se perdiese, para ellas, el espíritu y la magia de la navidad.
        La mas calladita de las dos se acercó de él… se estiro… y le dio un beso en la cara …
       --- Gracias… muchas gracias…
       No podían contener las lágrimas…



 

       --- Bueno… que es esto? No quiero ver lágrimas esta noche. Vamos cantar… conocéis alguna canción?
      --- Sí! Sí! Nuestra madre tenía la costumbre de enseñarnos algunas!
       Aquella vieja casa… casi en ruina total… parecía, de repente, haber recuperado la vida…
El sonido de sus voces invadió las calles cercanas… a veces las voces viniendo desde fuera se juntaban cantando a coro con ellos.






 

      A lo lejos se escuchaban campanas.
     Luis miro su reloj… era media noche. Abrió la bolsa que traía y que no permitía mirar a nadie … de dentro sacó dos pequeños paquetes…
     --- Esto es para vosotras.
    Las niñas abrieron muchos los ojos como si no se pudiesen creer que todavía podrían haber más sorpresas aquella noche…
    Rápidamente rompieron el papel de regalo … delante de sus ojos, maravillados, aparecieron dos cajas de chocolates … redondas … de colores … las mismas que ellas estaban mirando en el escaparate de la tienda de dulces cuando se encontraron con Luis.





       --- Gracias, Luis… mira hermana… a final siempre es verdad… existe papá Noel…
         Se sentaron, una en cada rodilla… se sujetaron a su cuello… cada una con su caja…
          Luis se sentía muy feliz… jamás había pasado una navidad como aquella… ni se había dado cuenta de que no había calefacción… tele o radio… qué va!!! Allí estaba un hogar acogedor… aquella noche… allí… había mucho amor… mucha paz… mucha alegría… esa alegría sana que brotaba de las dos hermanas y que ahora… como él… se sentían tan felices…
        Las miró de nuevo y las apertó un poco más hacia su pecho…
          Su respiración pausada le informó que se habían dormido.
      Se quedó así con ellas… en poco tiempo él mismo se durmió… cómo se sentía bien … !!!





      Empezó a soñar… un sueño bonito… pero raro…
      Soñó que Dios hablaba con él…
    “--- Eres un buen hombre, Luis. Antes de reservarte un lugar en mi reino he querido ponerte a prueba una vez más. Esas dos niñas, que duermen en tus rodillas, son dos ángeles que te mandado. Lo que has hecho con ellas me lo has hecho a mí. Muy pronto te llamaré. Cuando lo haga vente con tranquilidad y confianza.”
    En ese sueño, Luis vio a las dos niñas subir en el aire mientras le sonrían.






 

      Cuando despertó, Luis, estaba solo. Que sueño raro… y las niñas? Donde estaban las niñas?
      Miró a su alrededor … la habitación estaba oscura… pero desierta… ni señal de mesa… ni restos de comida… nada… nadie…
        Se levantó y caminó hacia la puerta…
      Fuera caía lluvia… al final… siempre llovia… el servicio de meteorología terminó acertando…
       Hacía viento pero no frío. Se sentía bien… muy bien…
      Empezó a bajar las escaleras … tranquilamente … la madera estaba vieja, sonaba y, con la humedad, estaba muy deslizante.
      Cruzó el gran hall…




 
      Un gran estruendo lo dejó sordo… parecía venir de arriba… miro… a tiempo de ver como todo el techo desmoronaba sobre él… quedó enterrado… aplastado…
       No sentía ningún dolor…
       Después…
      Todo pareció recuperar su color… hasta el sol habia vuelto a brillar…
        --- Luis… vente…
     Era una de las niñas… los mismos ojos relucientes… la misma sonrisa…
      --- Ven… Luis… ven…
      La otra niña venía detrás…
      … y de nuevo aquella voz ...
      “--- Ven, Luis. Te había avisado que te llamaría.”





                                     FIN



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lunes, 10 de diciembre de 2012

... UN CUENTO DE NAVIDAD ... fasciculo II ...








 

     Miró a su alrededor buscando a las niñas.
     En un rincón… sentadas en el suelo… lo miraban con miedo…
   --- No tengáis miedo. No os haré daño. Entonces… aquí es donde vivís?




     Ellas se levantaron… pero no contestaron…
    --- Tranquilas… No tengáis miedo… ya os he dicho que no os haré daño…
     --- No nos irá a sacar de aquí?
     --- Yo? Claro que no!!! Pero… porqué? Debería?
   --- Hay unos señores que nos quieren sacar de aquí… nos quieren separar… --- sollozaban, mientras se volvían a sentar en el suelo --- Dicen que nos quieren llevar a casa de unas personas que no conocemos…



 
     --- A ver… intentemos aclarar esto… --- se sentó en el suelo junto a ellas --- ya me habéis dicho que no tenéis papás… pero vivís con alguien… verdad?
    Una de las niñas se mantenía callada… la de la mirada más expresiva iba hablando y perdiendo el miedo… poquito a poco.
   --- Nuestros padres han muerto en un accidente de coche. Entonces nos fuimos a vivir con una tía nuestra. Hace unas semanas una ambulancia fue a casa a buscarla. Al día siguiente aparecieron unos señores y nos llevaron. Nos escondimos y huimos. Encontramos este lugar… y aquí estamos…



 
      --- Y hace cuanto tiempo estáis aquí? Y que coméis?
     --- Estamos aquí hace una semana… más o menos… antes de salir metí en una bolsa algunas cosas… pan… galletas… mantequilla… cosas así…
     --- Entonces y la Navidad?
     --- La pasaremos aquí.
     --- Solitas?
   --- No estamos solas… nos tenemos una a la otra… hasta tenemos nuestro árbol… quiere verlo?




 
     Sujetó una de las velas ya casi gastadas y caminó hasta el otro extremo de la habitación… improvisada… hecha de escombros de madera y tejas… estaba algo muy parecido con un árbol de Navidad.
      Luis se conmovió… aquella niñas merecían mucho más…
     Tomó, entonces, una decisión… pasaría la Navidad con ellas…




 
     --- Miren… estoy pensando… quieren venir hasta mi casa pasar la Navidad conmigo?
       Las niñas se quedaron pensativas, mirándose una a la otra…
    --- En serio… yo también vivo solo… siempre será más familiar…
     La más callada cogió el brazo de la otra y se alejó un poco hasta la zona más oscura de la habitación…


 
      Algunos momentos después volvieron…
    --- No se preocupe… nosotras estamos bien aquí, las dos… pero muchas gracias por la invitación…
      ---Pero es que aquí no tenéis condiciones…
      --- No pasa nada… ya nos hemos acostumbrado a esto aquí…
     Las miró… pensando… un minuto de silencio…
    --- Vale… entonces… y si vengo yo pasar la Navidad aquí con vosotras?
     Sus ojos se iluminaron…
     --- Eso… sería muy bueno…
     --- Muy bien… está decidido… Voy salir y ya vuelvo…


                                    ( continuará .... )


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jueves, 6 de diciembre de 2012

... UN CUENTO DE NAVIDAD ...



 
                                 INTRODUCCIÓN                                           


         Empiezo hoy la publicación de otro libro mio.
    Estamos en Diciembre, me pareció adecuada una historia de navidad … la única que he escrito en mi vida impregnado de ese espíritu … por eso … y en una crisis de inspiración le llamé : “Un cuento de Navidad”.
        Espero que os guste y que haya conseguido transmitir la ilusión con que la escribí.

      Ah! Aunque no me guste especialmente esta parte del año, y como esta será la ultima publicación del blog : POR LA MANO DE MIMENTE , en 2012, deseo :

FELIZ NAVIDAD.




     Luis bajaba la calle, pensativo. Una navidad más… el momento del año en que menos se sentía a gusto.
    Enviudó hace cuatro años y, desde entonces, vivía rigurosamente solo. Ya se había acostumbrado.
         Pero le encantaba salir a la calle los días anteriores al 25 de diciembre… ver el jaleo de las gentes comprando los últimos regalos… la alegría de los críos mirando los escaparates y las luces…


 


     Este año no llovía, error del servicio de meteorología que había dicho que caería agua en la noche de navidad.
       Pero hacía frío… mucho frío…
     Quién no saliese a la calle con un bueno abrigo lo pasaría mal…





 

      Estaba caminando hacía casi dos horas y se sentía un poco cansado.
     Entró por una calle lateral, ya con menos movimiento de personas y de coches… mejor ir hasta su casa y empezar a cocinar su trocito de bacalao.









      En una de las calles, de la parte más antigua de la ciudad, se dio cuenta de dos niñas, presumiblemente hermanas que, cogiéndose de las manos, miraban el escaparate de una tienda de dulces.
     Al pasar por ellas no pudo resistirse a mirar el motivo de tanta atención.





 


     Pequeñas cajas de chocolates, de formato redondo y muchos colores estaban empiladas junto al cristal.
    Una de las niñas lo miró. Le emocionaban fuertemente aquellos ojos tristes… mojados… llorosos… y, al mismo tiempo… aquella sonrisa tan limpia… tan pura…
        --- Feliz Navidad!








      Se quedó petrificado… la otra niña giró la cabeza en su dirección… su mirada era aún más tierna que la de la primera… las dos no parecían tener más de diez años y serían gemelas.
        Por fin reaccionó…
      --- Feliz navidad también para vosotras… Es un poco tarde para estar por aquí solitas… vuestros padres estarán preocupados con vosotras…



 


     Ellas lo miraron con semblante un poco más triste…
      --- No tenemos padres!!!
      --- No tenéis padres? Pero seguramente vivís con alguien…
    Si hizo un segundo de silencio… después, las dos niñas le sonrieron y empezaron a caminar por la calle…
      --- Esperen! Díganme… Donde vivís? Con quien?!!!


 


      Pero ellas empezaron a correr. Se quedó intrigado… preocupado… algo allí no cuadraba… aceleró su paso… dobló la esquina aún a tiempo de verlas desaparecer en un portal de un edificio de aspecto ruinoso.
          Lo miró desde fuera… el edificio amenazaba con caerse en cualquier momento. Entró… dentro todo estaba oscuro… pero las niñas habían entrado allí… tenía de asegurarse que estaban bien…
      Una montaña de escombres manifestaba que parte de la pared ya había caído.





 


      Miró el piso de arriba… le pareció ver claridad…
      Las viejas escaleras crujían al pisar los escalones… subió con cuidado…
     Había un pasillo y después algunas puertas… anteriormente habría sido un hotel…
     Una de las puertas, entreabierta, dejaba escapar una tenue luz…
       Entró… y se le abrió un escenario inesperado…






      Una mesa estaba cubierta con un mantel… ya descolorado por el tiempo… dos velas encendidas eran aquella luz que le condujo hasta allí… en la mesa, un plato con dos trocitos de pan… al lado, un paquete de mantequilla… casi vacío… 


 


                                         (continuará ...)