Algunos
minutos después ya pudo distinguir en la distancia las luces de la
carretera y de las casas. Y … en el medio del valle … acerca de
trecientos metros de el, estaba aquello … algo parecido a dos platos de
caldo invertidos el uno sobre el otro teniendo como base algo
parecido a un trípode de camera fotográfica gigante.
Suaves luces
de un tono azulado se veían por la parte de abajo del aparato
y por la parte de arriba tenia luces entre rojo y naranja.
Demasiado
fuerte para el. Había leído muchísimo sobre el tema pero estaba
muy lejos de imaginar que un día iría ser testigo de algo así.
Salió
del coche y caminó con paso decidido en dirección de … aquello …
El
terreno era irregular.
---
Ahora vendría bien un poco de aquella luz de hacia un rato --- habló
consigo mismo como pensando en voz alta.
Como
si alguien lo hubiese escuchado un pequeño foco de luz salió del
aparato en su dirección, permitiéndole ver perfectamente donde
ponía sus pies. No tenia dudas. Alguien lo guiaba. Rápidamente
llegó junto al trípode.
Así
de cerca parecía mucho más grande … mínimo de tres metros de
altura … el aparato tendría unos cinco o seis metros de diámetro.
Se
quedó allí parado un par de minutos … observando … El silencio
de la noche lo cubrió totalmente y por primera vez sintió frío.
Le
gustaría tener Sónia allí, con él. Le hubiera gustado compartir
aquella experiencia única con ella. Si estuviese seguro de que
aquello se mantendría allí arriscaría ir a S.Joäo a por ella.
Pero no se iba arriesgar. Además … tampoco estaba seguro que Sonia
quisiese acompañarlo.
De
repente, el silencio de la noche fue fuertemente interrumpido por un
sonido seco.
Una
escalera bajó lentamente parando cerca del suelo. Una puerta se
abrió. La luz que venía de dentro no permitía ver nada de su
interior. Envueltos en aquella luz intensa aparecierón dos siluetas.
Y de nuevo volvió aquella voz …
---
Tranquilo. Somos gente de paz. Sabemos que tú también lo eres.
Uno
de ellos le hizo un gesto inequívoco invitándole a que subiese.
Dudó.
Reflexionó un poco pero terminó subiendo.
Como
le gustaría que Sonia estuviese allí. Con que ganas subiría
aquella escalera tomándola de la mano.
Antes
de entrar completamente miró su entorno. La oscuridad era casi
completa. La carretera estaba desierta.
Entró.
Fue
como penetrar en un sueño lleno de luz. Todo dentro estaba
iluminado, todo lleno de luces indirectas. Un enorme salón estaba
delante de el … no había nada … absolutamente nada … ni una
silla … ni una mesa … nada de nada.
Sintió
cerrarse la puerta. Pero en la pared no quedaron vestigios de
haber existido allí una puerta.
De
las siluetas que veía desde fuera … ni señal …
---
Tranquilo … relaja …
Siempre
la misma voz en un idioma perfecto y sin acento.
Pasó
bastante tiempo sin que nada pasase … empezaba a estar incómodo.
Escuchó otro sonido seco.
A
su lado, abriéndose como si fuese de la nada, otra puerta.
De
nuevo … nadie …
---
Entra.
La
puerta era alta pero estrecha. tubo que pasar de perfil.
Le
esperaba un panorama un poco distinto. Las paredes estaban llenas de
paneles con muchas luces. Parecían adornos de navidad. En el centro
de este salón, un poco mas grande que el primero, una mesa y tres
sillas … todos en el mismo color crema. En uno de los lados estaba
una enorme pantalla. Continuó mirando en si alrededor. Entonces, los
vio.
---
Hola! Bienvenido!
Estaba
completamente sorprendido. Los veía en contra luz, pero los
contornos tenían la figura humana. La cabeza, tal vez, un poco mas
redonda … los brazos, posiblemente, un poco mas largos … pero muy
semejantes.
Intentó
hablar … pero la voz no le salió por la boca abierta … quisiera
decirles … “Hola! Es un placer!” … pero no le salió ningún sonido.
---
No te esfuerces en hablar. Limítate a pensar. Nosotros comprendemos.
Nosotros leemos tu pensamiento.
Todo
aquello seguía pareciéndole irreal. Uno de ellos se acercó y le
dirigió una mano con un guante.
---
Observamos este planeta desde hace mucho tiempo. Sabemos que este es el
ritual que tenéis como tipo de saludo.
La
mano era de tacto muy suave.
---
Ven! Tenemos muchas cosas que decirte, pero es necesario estar preparado.
Le
indicaran que se sentase. Entonces entraran todos.
Estaban
vestidos con algo parecido a un chándal de color también crema, con
un símbolo indescifrable, para el, en el pecho. La vestimenta les
cubría la cabeza … y tenían aquellos ojos grandes …
Uno
de ellos se sentó junto a él y colocó su mano abierta sobre la mesa.
Inmediatamente se iluminó la gran pantalla.
Empezaron
a pasar imágenes a una velocidad enorme. apenas se daba cuenta de lo
que veía.
---
Tranquilo. Todo lo que pasa ahí quedará en tu cabeza. Un día
comprenderás.
( uyyy ... continuará ... )
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