Fueron
subiendo, casi sin hablar, la ancha Avenue de Suffren. Cuando se dieron cuenta, el
Sena y todo el esplendor de luces en el reflejadas les regalaba un espectáculo único.
--- Lilianne … yo no oculto que soy
casado … jamás ha sido esa mi intención.
--- Ni yo he pensado eso. Si quisieras
esconder tu situación de casado no seguiría usando tu alianza … verdad? --- seguía
sonriendo.
--- Verdad. Me he casado hace doce años
con Mafalda … ella es una excelente persona … lastima que es una sufridora …
--- Una enfermedad?
--- Si. Diabética. En un grado muy
avanzado. Lo hemos descubierto hace 6 años, pero va empeorando cada vez más. Está
atada a una cama hace cerca de 5 años y necesita de atención permanente de una
enfermera, 24 horas al día.
--- Diosss!!!! Y siente?
--- Ese es el problema. Psíquicamente
esta perfecta, y tiene una lucidez que hace más duro su estado, Ella es muy
inteligente … podrían haber ido lejos si … … …
Su sonrisa se apagó. De nuevo le puso la
mano en su hombro.
--- La vida … a veces parece que juega
con nosotros … verdad?
Ella tenía razón … y como juega la vida
… Sintió que a ella se le ponían los pelos de punta.
--- Frío?
Afirmó con la cabeza. El se quitó su
abrigo, el mismo que ya le había, horas antes, colocado como almohada y le cubrió
los hombros. La abrazó contra su pecho y volvieron al coche. Ahora se daban
cuenta que había vuelto a llover. La misma lluvia fina.
--- Dónde te dejo?
--- Si no lo consideras un abuso, me gustaría
volver a mi casa.
--- Claro que sí. Me dices por donde es?
--- Avenue Marceau … te suena?
--- Sinceramente … no.
--- Cerca del Arc du Triumphe … no pasa
nada … te iré indicando el camino.
Estaba un poco lejos. De cuando en cundo
la miraba, aprovechando los semáforos rojos. Era, sin duda, una compañía muy
agradable.
--- Por favor … en el siguiente cruce
hacia la izquierda. Estamos cerca.
Efectivamente estaban cerca. Paró el
coche en un lugar de estacionamiento prohibido.
--- Quieres subir un poco? Creo que
tengo whisky. Dudó. Quería realmente subir ... pero … no debía. El día había
sido largo. Estaba agotado … cansado … confuso … … tenía que llamar a Mafalda …
--- Perdona … pero no. Otro día.
Sintió que ella disfrazaba una sombra de
decepción en su rostro. Intentó sonreír de nuevo …
--- Claro! Comprendo! Por favor no me
mal interpretes …
--- Claro que no. Estarás bien?
--- Si. Tranquilo. De momento me siento
perfectamente.
Se acababa allí todo el contacto? Seguramente no volvería a verla. Pero ante
semejante confusión en su cabeza, sería mejor terminar así … pero … cortar así
… tan abruptamente …
--- Mira … me quedaría
mucho más tranquilo si supiese que estás bien … si quieres dame tu numero de teléfono
y te llamaré mañana … solo para saber que sigues bien.
Sus ojos se iluminaron y su rostro quedó aún más bello. Buscó en
su bolso y sacó una tarjeta.
--- Toma. Aquí lo tienes.
--- Gracias … y … que pases una buena
noche … --- le alargó la mano para una despedida formal.
Ella se acercó y le dio un beso en la
cara. Se le subieron los colores … Colorado !!! ¡!!! ¿??? El ¿??? ¡!!! ¡!!!.
Se miraron por breves momentos, después
ella salió del coche y rápidamente entró en el edificio. Muy tranquilamente se dirigió
al hotel … De tal manera estaba inmerso en aquel día tan lleno de emociones que
sin darse cuenta ya estaba en su habitación. Llamó a Mafalda. Claro que estaba preocupada.
No le contó detalles. Había prometido llamar todos los días.
Se acostó sin quitarse la ropa … Solo
con una pequeña lámpara encendida, su habitación lo mantenía en una semi oscuridad
que le devolvía una paz perdida … en algún lugar …
Miró fijamente el techo blanco, ahora
gris … ahí estaba Lilianne … Parecía estar allí mismo, con su sonrisa luminosa
… radiante …
Pero … que buscaba él? No tenía ya en su
vida problemas y preocupaciones suficientes? …
Debería olvidarla … la llamaría una vez
más … solo una vez más … solo para saber … …
Fue rápido a marcar el número que estaba
en la tarjeta. Esperó unos segundos que le parecieron una eternidad. Entonces …
del otro lado, le reconoció la voz.
--- Si ¿???!!!???
--- Lilianne?! Soy yo.
--- Holaaaa! Sabes que no me has llegado
a decir tu nombre?
--- Verdad? Pero … eso es imperdonable
--- reían los dos --- Mi nombre es Carlos Felipe Gomes … solamente Carlos ...
--- Muy bien … te llamare de “solamente
Carlos” …
--- K????!!!!!
--- Es broma … te llamaré Carlos … por
supuesto …
--- Y como te sientes?
--- Bien. Muy muy bien … No te preocupes
más conmigo. Yo ni me acuerdo ya de lo que ha pasado.
--- Ok. Entonces vamos a olvidarlo.
--- No todo, Carlos … no todo …
Ignoró lo último que había dicho … eso
los llevaría por caminos demasiado peligrosos.
--- Vale. No te molesto más. Que
descanses!
--- No molestas Carlos. Buenas noches
igualmente para ti.
Descolgó. Se quedó pensando en toda
aquella conversación. Se durmió vestido encima de la cama.
( continuará )
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